Bariloche y Ruta 40.

Bariloche (Argentina) - 27/Mar/2014 - 2372 Km.

Hace ya unos días que he llegado a Bariloche. Es la segunda vez que lo visito. La primera fue hace 7 años, en un invierno extraordinariamente frío en el que llegamos en avión y todo se veía blanco excepto la pista de aterrizaje y el gran lago Nahuel Huapi. Ahora es casi verano y ya la temporada de esquí está a punto de acabarse, por lo que no hay ordas de turistas por las calles. El blanco ha dejado paso al verde pues Bariloche está dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi. Un entorno bucólico todo el año.

La Ruta 40 desde el Bolsón hasta aquí nada tiene que ver con la de El Calafate al Chaltén. Allí se trataba de una carretera que atravesaba un terreno yermo, sin vida. De hecho la foto que puse en el blog era de un cartel de la ruta con una calavera de algún animal que estaba apoyada en él como para recordarte que no convenía confiarse.

Este tramo, sin embargo, atraviesa bosques, ríos y lagos. Se adentra en el PN Nahuel Huapi y permite disfrutar de grandes vistas. Me dijeron que era muy montañoso y decidí tomarme dos días para venir desde Bolsón a Bariloche. Una "carretera montañosa" aquí no tiene nada que ver con las carreteras montañosas de Tenerife. La ruta aquí es tan larga que asciende con unas inclinaciones muy livianas. Lo podía haber hecho en un día, pero me alegro de haber salido tarde y sin prisas el primer día, para así disfrutarlo más intensamente y haber acampado junto al lago Gutiérrez. El tráfico no es muy elevado y el tiempo fue estupendo.


Al llegar a Bariloche me encontré con unos cicloturistas. Los primeros que veo desde que me fui de la Carretera Austral!! La ausencia de ciclistas se debe en parte a que la Carretera Austral es un imán de ciclistas por lo que muchos se ciñen a ella y en parte a que el verano ya dijo adiós. La pareja me comentó que tuviera cuidado porque en una semana que llevaban allí se habían enterado de 3 accidentes con ciclistas, uno de ellos mortal. y todos en la ruta que va por el lago hacia el Cerro Campanario.

En la oficina de información me dijeron que los camping estaban justo por esa carretera y que tuviese cuidado. La tomé y realmente no disfruté. Al cabo de un rato me di la vuelta y me alojé en un hostel en el centro... como un turista normal!!

Ese día era la víspera del 24 de marzo, que es "El día de la Memoria". Es feriado y conmemora el golpe de estado del 76. Para celebrarlo hubo actuaciones musicales, clown, poesía, etc. Yo que venía asalvajado sin ver a mucha gente, me explayé de ver buen rollo. Algunas actuaciones fueron memorables, como la de una banda de guitarra, batería y teclado formada por tres rockeros francamente buenos de nueve, diez y once años!!! No te puedes imaginar la caña que daban y cómo se pusieron a improvisar cuando uno de los instrumentos se quedó sin sonido. Otra actuación impactante fueron unas diez personas con discapacidad intelectual que tocaron muy bien y se lo pasaron genial sobre el escenario. Además hubo batucadas, murgas y comparsas...


Al día siguiente subí (caminando - 30 min. - vale la pena!) al Cerro Campanario y disfruté de una vista admirable. Creo recordar que estaba considerada una de las 10 mejores vistas del mundo por una revista tipo National Geografic. En este caso el sol estaba un poco de frente y la foto no refleja la belleza del lugar... Pero lo era!!!


Aunque se supone que el regalo lo obtienes al llegar a la cima, yo encontré otro en la propia subida: Romy. Una argentina deportista que estaba entrenando para una competición y también quiso subir caminando. Hicimos muy buenas migas y seguimos todo ese día y el siguiente juntos. Es agradable cuando encuentras a alguien con quien encajas desde el primer minuto!!

Al día siguiente alquilamos unas bicis (sí, yo también, no leíste mal) en la península del Llao Llao para hacer el "Circuito Chico". ¿Por qué? Pues para evitar los 18 Km de carretera peligrosa junto al lago. El día antes en el micro que me llevó al Cerro Campanario constaté que hay mucho tráfico y que se circula muy rápido por ahí. Además, hay un escalón justo entre el asfalto y el arcén de tierra que es toda una zancadilla. Sé que hay mucha gente que hacen esa ruta, pero también sé que yo no iba a disfrutarla, así que lo tuve claro y lo evité.

El Circuito Chico es espectacular. Pocos coches, bosques, lagos y ríos (de qué me suena...) Se trata de recorrer en bici lo que se ve desde el Cerro Campanario de la foto anterior. Pleno sol pero no mucho calor y, cómo no... bañito en el Nahuel Huapi!!!

Qué Huapi!!!!

Ayer y hoy llevo preparándome para seguir viaje. Tengo que reparar y comprar material con lo que las horas se escapan como agua en mis manos. Ya tengo ganas de volver a la Ruta. Me espera el Circuito de los siete lagos, compartiendo el PN Nahuel Huapi y el PN Lanin. Quiero seguir viendo montañas reflejadas en espejos esmeralda!!

Una cosa importante de estos días ha sido mi incorporación a CouchSurfing. Desde el Bolsón traté de contactar con las cuatro personas que están registradas en WarmShawer en Bariloche pero dos no podían alojarme y dos no respondieron. Ya en Bariloche, por casualidad, me enteré que habían más de 600 CouchSufers en Bariloche, así que me registré, solicité y me aceptaron!!! Ahora estoy compartiendo piso con Reni, una chica encantadora de Misiones (Norte de Argentina) que lleva trabajando aquí una temporada. Además, resulta que trabaja en la oficina de información de montañismo de Bariloche. Qué regalazo!!! Compartimos piso como si fuéramos dos compañeros universitarios. Aún así, lo más importante de todo es que es una gran persona que me ha ofrecido su amistad. Me siento cómodo y acompañado. Esto no es bueno para seguir mi camino ja ja!!

Rodando en familia.

Pucón (Chile) - 8/Abril/2014 - 2846 Km.

29/Mar
Aunque estaba muy cómodo en Bariloche, anunciaron varios días de lluvia seguidos y en vista que no podía hacer actividad de montaña y que no me apetecía tragármelos en una ciudad, decidí partir hacia Villa La Angostura, consciente que iba a llegar bastante limpito. Salí a mediodía y efectivamente la lluvia y el viento fastidiaron, pero llegué en un día contra pronóstico!!! Esa noche conocí en el camping a Dan, un canadiense muy simpático que viajaba con su mujer y sus dos hijos. Había oído hablar de ellos desde hacía meses... y ahí quedó la cosa.

El día siguiente fue un día de lluvia intenso que aproveché para visitar el Parque Nacional Arrayanes. Iba a ir y volver caminando, pero los guardaparques me dijeron que me pasaban gratis pero que fuera en barco y así estaba menos horas en ese Parque, por si el mal tiempo se agravaba!! Tuve la suerte de coincidir con dos Argentinas: Sole y Gaby, que también estaban dispuestas a remojarse, así que los tres hicimos ese precioso sendero combatiendo la lluvia con risas y disfrutando de una naturaleza sobrecogedora.


31/Mar a 2/Abr
Desayuné con Dan y su familia que partían ese día para San Martín de los Andes, así que salimos todos juntos. Esta maravillosa familia canadiense está compuesta por Dan, el padre que es profe; la madre es canadiense de origen chino y se llama Alice y sus hijos son Koby, de seis años y Avafei, de cuatro.




Es extraordinario ver como compatibilizan la vida familiar con la aventura de viajar en bici. Los niños son unos aguerridos ciclistas que pocas veces les he oído quejarse Es un placer ver con que ganas se comen la comida básica de cada día y como ayudan a los padres pedaleando e, incluso, corriendo Avafei junto a su madre en las subidas cortas pero muy pronunciadas.

Estos días hemos hecho acampada libre y los niños han disfrutado mucho de los paisajes y de esta vida espartana. Juegan con lo mínimo y comparten mucho entre ellos y sus padres. Era sorprendente ver como colaboraban en las tareas diarias pues al no tener casi juguetes, esas actividades era su diversión. En general se les veía disfrutando del viaje, de sus padres y de las situaciones nuevas que aparecían... como lo era yo.

Increíblemente, Dan y Alice son capaces de tirar de sus hijos y trailer con gran fuerza. De hecho, a veces me cuesta seguirles. En lo que si que hay diferencia es en sus tiempos con respecto a los míos. Montar y recoger el campamento con dos niños pequeños es más laborioso. Las comidas durante el día, abrigarlos, desabrigarlos... todo lleva su tiempo y sus paradas.
Para mí, ese tiempo no es perdido. Es ganado.

Los días van tomando su propia dirección. Cada vez tengo más claro que "Mañana" es algo que queda muy lejos!!!

En Bariloche conseguí un compañero nuevo de viaje: "Chicharrín"!! Un pececito multicolor de tela que me acompaña ondeando de un palo al lado izquierdo de mi bicicleta.


He notado que, independientemente que los coches se apartan por los niños, también lo hacen al ver a Chicharrín. Creo que entienden que les estoy rogando que se aparten o frenen un poco, pues  no merece la pena poner en riesgo la vida de un ciclista por perder unos segundos. Realmente creo que funciona!!!

3/Abr
He coincidido con Sole y Gaby de nuevo en el Hostel de San Martín de los Andes y hemos decidido alquilar un coche e irnos al Lago Huechulaufken -No, no me inventé el nombre!!-, a ver el Volcán Lanín. El día estaba horrible y de repente se abrió y apareció majestuoso.


4/Abr a 8/Abr
Partí al día siguiente junto con la familia canadiense rumbo a Pucón, Chile. Queremos visitar el Parque Nacional Villarica con su famoso volcán. En Junín de los Andes se nos juntan Estefano (suizo) y Cristiane (alemana) y los ocho -contando a Chicharrín- nos vamos hacia el Paso Mamul Malal.

Acampamos en un camping justo antes del paso fronterizo con Chile. Todo el camping para nosotros porque ya estamos fuera de temporada. Por la noche escucho un ruido en mi tienda de campaña. Me incorporo y noto algo que huye de dentro por dos grandes agujeros en la mosquitera. Alarmado, registro la tienda y me doy cuenta que un animal, muy probablemente una rata, había entrado y se había comido la mitad de mi pan de desayuno. Aviso a los demás y ponemos la comida en unas cuerdas que habían colgadas de los árboles y hasta ese instante no habíamos entendido para qué. Qué mala sensación es saber que ha entrado semejante bicho a "Mi Hogar". Ya veré cómo reparo la mosquitera. Por lo pronto cierro la puerta impermeable y afortunadamente no condensa.

Como no hay casi tráfico al día siguiente, Dam desengancha la bici de Coby para que pueda ir solo. Pasamos la frontera y llegamos hasta Corarrehue, en Chile, tras 45 Km... Con solo seis años!!!!!

En Corarrehue estábamos preguntando en la calle por un camping y en esto que para un coche con dos ciclistas y nos dicen que también hacen cicloturismo y que vayamos todos a su casa!! Resultan ser David y Onar. David es maestro y nos invita a dormir a todos allí. Hacemos una gran cena todos juntos y disfrutamos de su hospitalidad que es un regalo inesperado y maravilloso.



Al día siguiente vamos a su escuela y les explicamos a los niños nuestro viaje. Son unos 30 niños en total, de edades entre 6 y 12 años. Yo diría que disfrutaron de nuestra visita. Me pregunto qué pensarán al conocer a Koby y Avafei, menores que ellos y con medio país a sus espaldas.


Tras la escuela nos vamos a las merecidas Termas del Río Trancura..... qué dura es la vida del ciclista!!!

Estos últimos días han sido días de cabañas, ricas comidas en común, pocos kilómetros, muchas risas y vida familiar. Pero el invierno acecha y empuja hacia norte!!!

9/Abril
Ahora estamos en una cabaña en Pucón. El pronóstico del tiempo es horrible. Adiós a ver el Volcán Villarica. Decido hacer HidroSpeed. Es entretenido, pero no me vuelve loco. También puede ser porque lo hice con varias personas poco deportistas durante tan solo una hora. Mañana voy a hacer Rafting. Seguro que me lo paso bien.

Hoy Dan nos enseñó un vídeo de sus viajes anteriores. Está en inglés pero si alguien duda de la posibilidad de aunar vida familiar y aventuras, debe ver estos dos vídeos: vídeo1 - vídeo2.

Colores de otoño.

Chos Malal (Argentina) - 17/Abril - 3305 Km.

El otoño ya se viene y lo hace apretando. Sus colores son preciosos, algo nuevo para mí. El verde se transforma en un rojo intenso. En su camino me va regalando infinidad de tonalidades: ocres, cobrizos, pardos....  Me avisa que pronto se viene el blanco. Precioso blanco!! Aunque en bici no es el color preferido.

Pero vayamos por partes.

10/Abril
El rafting en Pucón fue muy bueno. Rápidos de Grado V, imposibles para un novato en HidroSpeed o en kayak. Mi último rafting fue en el Río Zambezi, uno de los mejores del mundo. No obstante resultó muy light. El Rafting depende mucho de que los compañeros de bote le den confianza al guía para meterse por los sitios más cañeros. En este caso el grupo era fantástico y el guía apretó!! Así que lo disfruté intensamente.


De todas formas, la autonomía del kayak es insustituible. Aunque como novato no te permite pasar por tramos tan fuertes, eres tú el que consigues mantenerte en la superficie, o no. Si vuelcas sabes que debes liberarte lo antes posible del kayak, no solo para respirar, sino para no golpearte la cabeza contra una de las múltiples rocas del rápido. Cada rápido que consigues sortear es un triunfo. Tu triunfo.

Por la noche salgo a cenar con uno de los chicos del bote. Giles. Es inglés y tiene 35 años.  A los 18 los padres le regalaron un billete, sólo ida, para Australia. Desde entonces trabaja y viaja. Ha viajado por muchas partes del mundo. Fue un privilegio compartir esas horas con ese Gran Viajero que ha recogido algunos consejos de viaje en su Web.

12/Abril
Es hora de la despedida. Llevo dos semanas con Dan, Alice, Koby y Avafei. Son maravillosos pero mis tiempos son diferentes. En la última semana se unieron Christine y Estefano, una pareja divertidísima con los que nos hemos reído mucho. A las nueve ya estoy más que listo y espero a que se despierten todos para despedirme e irme de nuevo solo. Deseo volver a mi ritmo pero es una pena decirles "Hasta siempre!!".

Desde que llegamos a Pucón -hace unos cinco días- llevamos buscando el Volcán Villarica (2582 m) cada día pero siempre estaba cubierto. Ese día apareció para despedirme.


Al día siguiente atravieso el Paso Icalma de 1298 msnm, todavía estoy en Los Andes bajitos, y entro en Argentina por Villa Pehuenia. Al llegar descubro que tengo una chincheta en la cubierta. El líquido antipinchazos es buenísimo!! Quito la chincheta y el líquido salió por fuera de la cubierta pero la presión persiste. No obstante, me aseguro y le pongo un parche.

14/Abril
Encaro la subida hacia el paso de Pino Hachado de 1898 msnm así que sólo pido para hoy que el ripio no esté muy suelto y que no me llueva en la subida. Sin esperarlo, ese día fue uno de los mejores del viaje: Sol espectacular, vistas maravillosas, valles de ensueño... No se puede pedir más!!! La carretera discurre por el Valle del Río Litrán. Un bosque de Araucarias flanquea el río. La Araucaria no es un simple árbol. Es un símbolo de estas tierras: es un árbol de crecimiento lento que suele encontrarse cerca del agua. Araucanos es el nombre general con el que los colonizadores castellanos designaban a los habitantes mapuches, tehuelches, etc que se encontraron al llegar a estas tierras. Araucanía es la región chilena donde está Pucón. Los árboles de la foto deben tener muchos cientos de años. Probablemente sean milenarios.


En principio, salí temprano para bajar al pueblo de Las Lajas y así dormir sin tanto frío. La belleza del paisaje me hizo cambiar de opinión. De entrada, almorcé tranquilamente a la vera del río contemplando los colores del otoño.


El río para mí es mucho más que belleza. Es sustento, música... Es compañía!!

Me da que este tramo de carretera no está en ninguna guía de turismo. Los lugareños lo evitan pues hay una alternativa asfaltada. Casi no vi coches en todo el día, pero lejos de sentir soledad, sentía Plenitud. Estaba disfrutando de un regalo inesperado que me daba la Naturaleza.

Seguí subiendo y antes de llegar a Pino Hachado decidí echar el ancla. Era aún las cinco de la tarde, podía haber bajado a Las Lajas, pero por contra cargué las botellas de agua y me tumbé a leer y esperar a ver la salida de la luna llena desde 1700 msnm. Ni siquiera hizo frío!!!

Tras una noche agradable me desperté y bajé rápidamente a Las Lajas. Seguí camino hacia Chos Malal con mi litro y medio de agua de siempre pero a 50 Km figuraba un río en mi mapa. Estaba recorriendo La Pampa. Un desierto de tierra y viento.


Cuando me faltaban pocos kilómetros para el río y ya con mi reserva de agua bastante escasa, me paré a hablar con un conductor y me advirtió que se trataba de un río salado!!! Afortunadamente tenía agua en su coche y me llenó las botellas... Escapé!!! Esa noche acampé en medio de ese desierto y la Naturaleza me dio otro regalo:


Los días comienzan a ser muy cortos. El sol sale a las 8 y se pone a las 7. En Ushuaia, cerca del solsticio de verano, salía a las 4:30 y se ponía a las 11:30. Era yo quién decidía cuándo parar, ya sea por cansancio o por querer disfrutar de algún paraje. Sin embargo, ahora es el Sol quien manda. Me despierto a las siete y trato de comenzar a pedalear con las primeras luces. Por la tarde, a eso de las seis y media debo comenzar a buscar dónde pasar la noche.

Llego a Chos Malal para abastecerme y seguir rápido rumbo norte. Me encuentro a Ellen y Elmar con los que pasé de El Chaltén a O`Higgings hace ya como dos meses. Me comentan que mañana se van en bus a San Juan. 900 Km al norte. Que quieren intentar unos pasos en los Altos Andes antes de que se meta más frío. Tengo que elegir: seguir hacia el norte a través de 900 Km de pampa y mantener mi continuidad o atravesar pasos a más de 4000 msnm. Creo que el frío no me permitirá hacer las dos cosas. De hecho, muchos de estos pasos los cierran en invierno.

Qué hago????


Aconcagua.

Mendoza (Argentina) - 24/Abril/2014 - 3305 Km.

Pues al final tomé el omnibus (bus en argentino) y de un salto llegué hasta Mendoza, una ciudad linda y acogedora. Está en mitad de la árida precordillera, pero gracias a un sistema de canales, irrigan con agua de los cercanos Andes para conseguir una ciudad verde, llena de árboles. Desde lo alto, se ven sus casas de poca altura confundidas con la cantidad de arbolado que hay en cada calle y que les protege de la inclemencia de un sol omnipresente en la extensa Pampa argentina. Sus gentes son amables. Cada vez que sacaba el mapa el día que llegué, alguien se me acercaba para ofrecerse a ayudarme a llegar a mi destino. Además de todo esto, tienen un magnífico parque. Inmenso y hermoso. Una amplia zona verde donde poder hacer deporte, pasear o, como yo, subir al Cerro la Gloria y contemplar la ciudad mientras me terminaba el libro "Hacia rutas salvajes" (Into the wild)


Mi estancia en Mendoza fue breve. El domingo todo el día en el Parque General San Martín. El lunes por el centro, lo cual me dejó dos sorpresas desagradables. La primera es que el trekking para ir a la base del Aconcagua había estado abierto hasta el día anterior. Por un día!!! Habían cerrado la temporada el domingo pero me dijeron que aún así podía hacer un paseo de una hora hasta un mirador en el comienzo del trekking. Menos es nada!! La otra sorpresa fue constatar lo mal abastecida que está Argentina de productos importados. La actual política gubernamental prima el consumo local y cuando vas a buscar artículos muy específicos no los encuentras por ningún sitio. Hay gente que se alegra de esto y a otros les parece una pena. A mí me fastidió porque hay un par de cosas en mi equipo que claman por un relevo.

Vuelvo a utilizar CoachSurfing y estoy quedándome en un piso compartido con Euge, una mendocina encantadora, y sus dos compañeros de piso. De una absoluta soledad paso a una vida social intensa que me hace sentir entre amigos y afortunado!!! Con Euge subo al día siguiente a ver el Aconcagua con sus 6972 msnm. Primero merece la pena saber qué implica esto. Busqué el proyecto "7 cimas para 7 islas", del admirado Juan Diego Amador, y estos son los números:
  • Pico Teide - 3718 m - Cumbre de España (Padre Teide!)
  • Mont Blanc - 4810 m - Cumbre de los Alpes.
  • Pirámide de Carstenz - 4884 m - Cumbre de Oceanía.
  • Vinson - 4897 m - Cumbre de la Antártida.
  • Elbrus - 5642 m - Cumbre de Europa.
  • Kilimanjaro – 5895 m – Cumbre de África.
  • Mckinley - 6195 m - Cumbre de América del Norte.
  • Everest - 8848 m. - Cumbre de Ásia.
Por tanto, estamos hablando del pico más alto del mundo fuera de Asia!!!!

Desde el mirador al que pudimos acceder no se ve una imagen impresionante del Aconcagua. De hecho, parece muy humilde tras unas montañitas de 4000 m. Si alguien pasa por allí en invierno y todas las montañas están nevadas, no apreciaría la grandeza de esa montaña del fondo. A mí me encantó verlo. A otra persona le podría desilusionar. Depende de qué miras y qué ves.


Sentimientos encontrados.

Vicuña (Chile) - 29/Abril/2014 - 3672 Km.

23/Abril - Miércoles
En Mendoza le di el último vistazo al tiempo que me iba a encontrar en el Paso Aguas Negras, de 4770 msnm, para pasar a Chile. Lo más alto que yo he subido es al Pico Teide, Tenerife (3718 msnm) y pedaleado hasta Izaña, Tenerife (2300 msnm). Subir en solitario hasta cerca de los 5000 m era un reto que llevaba en mente desde que salí del aeropueto de Ushuaia. Sabía que en aquel momento era inalcanzable, pero confiaba en la adaptación de mi cuerpo hasta que llegase el momento. Tenía claro que sólo tras conseguirlo, me lo creería.

Windguru indicaba que el tiempo era bueno para el jueves y viernes y viento del oeste en rojo para el sábado. Ya me había quedado sin el trekking del Aconcagua así que no quise esperar y tomé un omnibus hacia Jáchal (1180 msnm), con lo que salvé otros 2 o 3 días.

24/Abril - Jueves
Según amaneció desayuné fuerte y comencé mi viaje a Rodeo (1550 msnm), 45 Km bien asfaltados, sin tráfico ni viento. Comí y seguí camino a Flores (1900 msnm) 75 Km y volví a almorzar. Tenía que tratar de hacer lo máximo posible antes del sábado. Windguru suele ser muy preciso.
Tras almorzar crucé la aduana, que casi está en Flores, y me comentaron que en una semana probablemente cerrarían el paso. Seguí subiendo hasta que comenzó a anochecer y acampé junto a la carretera a 2300 msnm, tras 99 Km asfaltados de subida.

25/Abril - Viernes
Comencé a pedalear con las primeras luces. Tras 13 Km y a 200 m del puesto de gendarmería (2900 msnm) veo a tres cicloturistas que venían de Chile. Me paro y desayuno con ellos: Paco, de Alicante y Javi y Gigi de Buenos Aires. Unos tíos geniales, pero no puedo quedarme mucho. Sé que al día siguiente se mete el viento de frente. El sitio donde están acampados es muy bueno, lástima que el río está un poco contaminado por las obras en la carretera. Me despido y paso por la gendarmería donde me permiten tomar agua antes de seguir.

A los 18 Km se termina el asfalto. El ripio no está muy bien pero es aceptable.


Al mediodía paso por los 3718 msnm. A partir de ahí jamás he estado tan alto. El mediodía también es el momento en el que se mete un viento fuerte pero que me permite seguir con esfuerzo, aunque por la tarde acabo extenuado. Al llegar a 4050 msnm y haber recorrido 44 Km encuentro un buen lugar para acampar (junto al cartel de entrada al proyecto del túnel a Chile). Un muro me protege del viento que ya ha estado bastante fuerte por la tarde y hay un pequeño arroyo pegado. Como me aconsejaron los cicloviajeros ese día, tengo todo listo antes de la puesta del sol y meto en mi tienda de campaña la botella de agua para que no se congele. A media noche tengo que salir un momentito. No hace tanto frío como esperaba. Apago el frontal y se enciende un firmamento abrumador!!

26/Abril - Sábado.
Me quedan 20 Km para la cima y 750 m de altitud. Desayuno fuerte aún de noche y al poco de clarear ya tengo todo listo para partir. Sólo me falta tomar agua. Me acerco al arroyo y.... estaba congelado!!!


Los cicloturistas me habían advertido que cargara agua a tope antes de afrontar la última subida porque ya no iba a tener más fuentes de agua. Yo iba con un litro de hielo en mi bici (una botella que dejé fuera) y dos botellas de 1.5 litros vacías. Pero confiaba en la gente que me iba a encontrar y en que con el frío no me iba a dar mucha sed, aunque para el mal de altura es importante beber mucha agua y yo la que tenía la usé en el desayuno!!!

El viento era brutal y en contra. Tras 13 Km la carretera giró 180 grados y el viento pasó a ser a favor. La pendiente seguía igual pero había pasado de 4 Km/h a 10!! El viento tiraba de mí hacia la cumbre. Además vi el primer coche a las 11 h y me dio un litro de agua líquida!!! El frío también afectó a mi cuenta kilómetros que pasó a marcar: "Batería Baja". Sin referencia de kilómetros todavía tenía mi altímetro para orientarme.


A la una del mediodía la carretera volvió a girar 180 grados y encaró de nuevo al viento que ya era violento. Volví a ver un coche. Era de vialidad y me comentó que tal vez el paso desde Argentina lo habían cerrado por viento. Me dio agua y me indicó que me faltarían seis kilómetros.

El viento era atroz. Yo circulaba empujando la bici a 3 Km/h. En ocasiones se me resbalaban los pies hacia atrás y no era por la pendiente, sino por el viento. A las dos y media y a 4685 msnm, no pude más. Tiré la toalla!!


Decidí dejar a la Vida que me echara una mano. Me senté a esperar hasta las tres, sabiendo que media hora parado en esas condiciones no es moco de pavo. Si en ese tiempo pasaba un coche, le haría dedo, en caso contrario, descendería cargando conmigo el sabor de la derrota.

Al cabo de un rato, pasaron unos motoristas brasileños hacia Argentina. El último paró frente a mí. Me vio deshecho y se preocupó por mí. Me indicó que el paso estaba a un kilómetro.

Mil metros me separaban para conseguir bajar hacia Chile. Tenía que seguir. Me dolía la cabeza, el pecho y estaba exhausto. Decidí intentarlo por etapas: cien pasitos y descansar, dejar que el corazón se recuperara y volver con otros cien pasitos. Tras varias series interminables...llegué!!!!

El día antes soñaba con llegar al paso, dejar la bici y saltar de alegría. Nada que ver!! Llegué, dejé la bici y me refugié tras unas piedras a recuperarme. No tenía fuerzas para estar alegre. Sabía que había tirado la toalla y no quería llegar así. Saqué dos fotos y desaparecí de aquel infierno gélido.


Bajé trece kilómetros hasta llegar a los 4100 msnm y acampé a las cinco de la tarde. Tuve que tomar un analgésico y antiinflamatorio porque me dolía todo. Tras treinta y tres kilómetros de infierno, me obligué a cenar y dormí... Ya en Chile!!!!

27/Abril - Domingo
Me desperté con la luz del sol. Desayuné tranquilo y comencé a bajar. El analgésico hizo maravillas y me sentía solamente cansado.

Estaba nublado y sin viento. La bajada fue preciosa. La parte chilena del paso es un paraíso de colores. Las montañas son lienzos pintados con múltiples tonalidades. Realmente lo disfruté.


Al mediodía se despejó y se metió viento, pero no tanto. Había que pedalear con firmeza pero iba a buena velocidad. El agua no abundaba ya que el río que acompaña la carretera estaba contaminado por las obras de vialidad. Qué pena!! De todas formas no hubo problema en volver a pedir agua a las pocas personas que me encontré ese día.

No quería volver a acampar con viento. Me dijeron que en el pueblo de Chapilca había una pensión. Cuando llegué ya oscurecía. Al preguntar en la mini pensión resultó que estaba llena. Otros 26 Km hasta Vicuña, de noche. Al llegar sobre las 21:30 h conseguí alojamiento.

Hice cálculos y había recorrido unos 170 Km, desde los 4100 hasta 720 msnm, muchos de ripio y con un viento moderado en contra. Me habían parecido un paseo en comparación con los 20 Km del día anterior!!!!

A la sombra del Moai.

Santiago (Chile) - 13/May/2014 - 3730 Km.

Tras cuatro meses de viaje mi equipo empezaba a necesitar una revisión. Las alforjas tenían agujeros, al igual que mis botas (unas Merrell compradas en Enero!!!) así que lo de WaterResistent no era más que un recuerdo. Igualmente otro material necesitaba una renovación. Estaba en La Serena y decidí tomar un micro hasta Santiago (495 Km al sur) para ver la ciudad y hacer compras. Dejé la bici en La Serena, en el taller Cerro Grande, donde trabaja Carlos Ibarrola, un madrileño encantador que vino a probar fortuna con su polola (novia en chileno) y al que le dejé mi bici para una revisión general sabiendo que quedaba en buenas manos.
Santiago me gusta. Me parece agradable para ser una ciudad de unos 6 millones de habitantes. La gente es amable y la temperatura es perfecta. Es fácil orientarse y el metro ayuda mucho en las grandes distancias.

(Palacio de la Moneda, donde se ¿¿suicidó?? Allende)

El día que llegué me comentaron que los viajes a Isla de Pascua estaban baratos. Al día siguiente lo comprobé. Resulta que desde Tenerife lo había mirado y un billete Santiago-Isla de Pascua era carísimo, pero el mismo trayecto comprado desde Santiago costaba la mitad!!. Así que compré el billete de avión y me fui a la Polinesia!!

La Polinesia son las islas del Océano Pacífico que quedan en el interior del triángulo formado por Isla de Pascua (Chile), Hawai (USA) y Nueva Zelanda. En su centro está Tahiti (Francia). Geográficamente pertenecen a Oceanía.


La isla en sí me encantó. Me recordó a la isla de El Hierro. De punta a punta tiene 20 Km, es muy verde y volcánica, con tubos volcánicos y rompientes de malpaís (lava). En ocasiones la similitud con algunos paisajes canarios era tremenda. Lejos de pensar que para mí era lo habitual, me encantó volver a sentirme rodeado de océano. Además, es temporada baja por las lluvias y hay muy poco turismo. La vida aquí es muy tranquila, lo cual me recordaba más al Hierro.


La diferencia es la cultura Rapa Nui. Al contrario que en mi tierra canaria, en la Isla de Pascua subsistieron unos aborígenes con su cultura y su lengua. Todavía existen tensiones entre los Rapa Nui y los chilenos. Lo normal es que los extranjeros quedemos al margen de esa tensión.

La joya de la corona son los Moais.

Encuentro una cierta similitud entre los Moais y las puestas de sol. Habrá gente que no esté por la labor de perder su preciado tiempo para contemplarlas, mientras que para otros una puesta de sol puede ser un espectáculo único e irrepetible. La diferencia está en la cabeza de cada cual. Evidentemente yo soy del segundo grupo de personas y esto también me pasó con los Moais. Yo mismo me sorprendo porque suelo ser más tendente a embelesarme con la Naturaleza pero en este caso, cada Moai me fascinó. Me quedaba mirándolos durante un buen rato, disfrutando de su grandeza. Cada uno tiene su propia magia, lo que los convierten en únicos e irrepetibles.



Me dijeron que en 4 días veías toda la isla y es verdad, pero no te da tiempo para sentirla. Esta isla no es una isla para verla con prisas, pensando en pasar de un sitio a otro para sacarte una foto y seguir. Si no tuviese prisa por regresar a la bici y seguir hacia el norte antes de que me agarre el frío, hubiese cambiado el billete y alargado mi estancia en Rapa Nui. Esta isla hay que caminarla, hay que pedalearla. Yo sólo pude alquilar bici dos días porque no me daba el tiempo. Qué pena!!!

Al tomar el avión de vuelta coincidí con Angéle. Una francesa, artista y ciclista, que viene en solitario sobre su bici desde Bogotá hasta Santiago. Fue un regalo hablar con ella y tratar de absorber un poco de su valor y su disposición ante la vida. Llegaba a un lugar, sacaba sus pinturas y su lienzo y disfrutaba de lo que veía pintándolo. al acabar, le hacía una foto a su creación y la regalaba. Estoy seguro que el placer de pintar le compensaba el enorme esfuerzo de cargar esas pinturas por miles de kilómetros. ARTE efímero y en mayúsculas.

A la vuelta al Continente, fui a visitar Valparaiso. Una ciudad costera y bonita, llena del colorido de sus grafitis y declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.


Mañana tomo un micro a La Serena. Espero que mi bici y mis cosas estén bien y pueda partir antes del fin de semana hacia Copiapó, desde donde podré afrontar el segundo gran Paso de los Andes. El Paso San Francisco de 4700 msnm y con unos 100 Km llaneando por ripio a una altitud de 4200 m y muy cerca del Nevado Ojos del Salado de 6891 msnm, el volcán activo más alto del mundo. Espero que el viento, al menos, no esté en mi contra.

Maurúru (Gracias en Rapa Nui)
Iorána (Adiós en Rapa Nui)

Ruta del Desierto – Circuito de los Seismiles.

Fiambalá (Argentina) – 21/May/2014 – 4143 Km.

Al iniciar mi viaje el 2 de enero, vi los Andes por primera vez y me impresionaron. No parecían muy elevados pero sabía que estaba contemplando la cola de la cordillera más alta fuera de Asia. Conocía sus grandes pasos al norte, pasos a casi 5000 m. Llegué a este viaje sin nada de entrenamiento, pero confiaba en la maravillosa capacidad de adaptación del cuerpo. En aquel momento esos pasos eran inabordables para mí, pero cinco meses más tarde he culminado dos de los tres pasos más altos de Los Andes entre Chile y Argentina.

Me matan las prisas en este viaje pero a cerca de un mes para que comience el invierno por estas latitudes, no podía perder muchos días. Miré el pronóstico del tiempo en La Serena el jueves 15 de mayo y anunciaba que el tiempo se iba a mantener bien hasta el jueves 22. Para atravesar el Paso San Francisco (6747 msnm) no debía arriesgarme pese a que el viento predominante fuera en dirección este, la mía, ya que normalmente los pasos se culminan con carreteras zigzagueantes por lo que da igual por dónde venga el viento, que te lo encontrarás de frente en algunos tramos.


Así que me apuré para terminarlo antes del jueves, cruzando los dedos para ver si el pronóstico mejoraba. Afortunadamente, ahora contamos con ayudas en Internet que te permiten planificar mejor el camino: para ver la ruta con más precisión BIKEMAP y para ver los puntos de aprovisionamiento y refugios ANDES BY BIKE. También es muy útil la información de Pasos Fronterizos del Gobierno de Chile.

El viernes 16 metí la bici en un micro hacia Copiapó (400 msnm). Al día siguiente realicé las compras de comida para unos seis días, monté todo en la bici y salí de la ciudad a la una del mediodía rumbo a Argentina tras comprar agua en un kiosko donde me dijeron que el Barca iba 1-0 en el partido que iba a decidir la liga 2013/14. Pensé en la enorme alegría que habría en el Camp Nou por tener tan cerca algo tan difícil que era el resultado de mucho esfuerzo. Sentía que yo estaba empezando mi partido, que duraría unos seis días y la alegría de conseguirlo era proporcional a su dureza, dificultad y posibilidades de no lograrlo.

Ese Día resultó ser un día corto en la ruta pero importante para el Paso. Lo primero fue saber dónde me metía.



“Desierto” y “Seismiles” son dos palabras que te ponen los pies en el suelo. Si además añades que falta un mes para el invierno y con la predicción de viento intenso, conviene no cometer errores.

Los últimos 20 días no se pueden considerar que fueron de duro entrenamiento: vueltitas en Santiago, paseítos en Rapa Nui… Vamos, que hasta un poquito de barriguita tenía. Al cabo de las primeras cuatro o cinco horas me comenzó a doler la rodilla derecha, la de la condromalasia más aguda. En esas ocasiones camino por el lado derecho de la bici y al poco tiempo se me suele ir. Esta vez lo tuve que hacer reiteradamente y así seguí hasta bien entrada la noche. Acampé junto a la ruta A 1200 msnm, tras 60 Km. Mañana veremos qué tal está la rodilla.

El domingo puse el despertador a las seis. A esa hora había un viento intenso en contra. Aunque el viento predominante es hacia el este, mi dirección, recordé que por la noche el viento sopla de la montaña hacia abajo, así que esperé hasta las 8:30 para ponerme en marcha. Al cabo de unos kilómetros llegué a La Puerta. Un restaurante en mitad de ninguna parte donde me hicieron dos bocatas estupendos cobrándome poquitísimo y me regalaron un montón de agua. Qué gente tan amable que lejos de aprovecharse de tu necesidad, te tratan cordialmente y acabas tomando té en su cocina. Me dijeron que los arroyos señalados más arriba en mi mapa en esta época eran salobres, así que cargué agua para todo el día y la noche.


Ese día la rodilla me fastidió también pero ya se portó un poco mejor. Al final llegué hasta los 117 Km -desde Copiapó- y a 2900 msnm. Esta vez no puse el despertador. El hornillo de gas comenzó a fallar. No sellaba bien entre el quemador y la bombona, por lo que tenía que estar atento para apagar una pequeña llama que salía de la unión. Demasiado cerca de la bombona!!


El lunes 19 era el día para llegar al control de aduanas. Me levanté con la luz del día y partí sobre las 9:30. Al cabo de unas dos horas llegué a la Mina Coípa (3260 msnm) El guardia estuvo hablando un buen rato conmigo mientras cargaba agua. Me regaló dos manzanas -fruta en esos momentos es un lujo- y me comentó que el Atlético de Madrid ganó la liga. Me hizo reflexionar sobre que la alegría se consigue cuando te pasa rozando la decepción y viceversa.

Tras la mina se reduce bastante el tráfico. Seguí subiendo por una carretera con un asfalto que para ir a 5 o 10 km/h era aceptable. El viento no fastidiaba y, a veces, hasta me ayudaba.


Al acercarme al paso de 4310 msnm la carretera comenzó a zigzaguear con lo que el viento comenzó a fastidiar, la rodilla se quejaba y el asfalto a veces se convertía en un ripio en buen estado. Con todo y a veces caminando para descargar la rodilla, llegué al paso que estaba a 154 Km desde Copiapó. Luego vino una bajada placentera hasta el control fronterizo chileno (3800 msnm), al que llegué con las últimas luces.

En el control me comentaron que el tiempo había cambiado. La predicción era agua nieve para el día siguiente -martes- y luego fatal de miércoles a viernes. También me dijeron que la noche antes habían llegado a -17ºC. Les pregunté cuántos coches pasaron ese día y la respuesta fue que uno a Argentina y cinco a Chile. Aun así les dije que quería pasar. Me ofrecieron una pieza (habitación) dentro del complejo aduanero y al ir a preparar la cena el hornillo ya estaba fatal. Conseguí hacerme la pasta pero a partir de ahí no servía. La llama junto a la bombona era muy grande para extinguirla. Fin del hornillo!!

Hasta la aduana chilena la ascensión había sido muy buena. La carretera era un asfalto aceptable, había sol y un viento moderado de lado o incluso a favor, la rodilla había ido mejorando gracias al propio ejercicio y a los estiramientos intensivos en las paradas, la temperatura me permitía pedalear con remera (camiseta) y pantalón corto. El tramo que me faltaba era volver a subir a los 4300 m y luego llanear 40 km de asfalto y 80 de ripio con un par de picos hasta el Paso final a 4747 m. Qué cerca lo tenía, pero era lunes por la noche y a partir del miércoles las condiciones para acampar y pedalear iban a ser terribles.

Recuerdo los días de la Carretera Austral. Esos días de lluvia en que armaba la caseta y me metía con los impermeables empapados y los calcetines húmedos, la carretera embarrada… No quería volver a pasar por eso, pero a 4300 m de altitud. Además, el Paso de Aguas Negras me había dejado claro que si el viento se encabritaba, simplemente no iba a ser capaz de montar la caseta yo solo.

Por la noche le di muchas vueltas a mi cabecita. Quería seguir, pero si no escapaba a tiempo, me quedaba sin hornillo y sin coches en un puerto cerrado. Al día siguiente, muy temprano fui al baño y me encontré a un trabajador. Le pregunté dónde podía conseguir agua caliente para desayunar y me dijo que fuera a su roulot donde estaban sus compañeros desayunando. Allí les expliqué mi problema con el hornillo. Me invitaron a desayunar con ellos y me contaron que estaban esperando al patrón que venía en coche desde Copiapó para llevarlos al trabajo a 60 Km en dirección a Argentina. Cuando llegó el patrón, Andrés, le expliqué mi situación y le pregunté si me podía llevar. No hubo ningún problema. Nos subimos en el coche Andrés, Víctor1, Víctor2, Erwin y servidor. Íbamos hablando de mi viaje, de nuestros países -Andrés es argentino y el resto chilenos-, del paisaje increíble rodeados de seismiles….


Al final me llevaron hasta la Laguna Verde, a 100 Km de la aduana chilena y a sólo 20 del Paso San Francisco. Me parece increíble que un patrón salga muy temprano desde Copiapó para buscar a sus trabajadores a las 8 y llevarlos a trabajar lo antes posible y, finalmente, acabe llevando a un desconocido 40 km más lejos de su destino por una carretera de ripio. Me regalaron un día de camino o incluso más. Me permitieron seguir!!

De estas tierras me llevo recuerdos de paisajes extraordinarios pero, sobre todo, de gente entrañable!!!


Al sacar la bici del coche el Volcán San Francisco (6016 m) se veía muy cerca, pero la ascensión fue bastante dura. El terreno era muy arenoso y aunque el viento me ayudaba a veces, no conseguía pasar de 7 Km/h. En muchas ocasiones directamente se me enterraba la rueda y caía a 4-5 km/h sobre la arena.


Tras unas 3 horas de ascensión, y sin haber visto otro coche en todo el día...lo conseguí!!!!!


Lo siguiente fueron 200 Km asfaltados de bajada hacia Fiambalá, con viento de lado y a veces a favor. Dormí en un refugio a 3800 msnm y al día siguiente llegué al pueblo donde me comí un bistec con ensalada y me bañé... que ya tocaba!!

Ahora es momento de poner rumbo norte y rodar sin prisas por la Ruta 40. Espero que el viento del oeste no me moleste mucho.

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24/Mayo

Al final los carabineros de la aduana tenían razón. Las cumbres de las montañas cercanas a Fiambalá amanecieron nevadas el jueves 22 y eso que parecen no superar los 3000m.
El tiempo en el Paso se puso feo feo... Con viento, frío y nieve.


Por supuesto, el paso lo cerraron, lo cual implica ni un coche en esos 100 Km de llaneo a 4200 msnm!!!.


Así que GRACIAS oficiales de aduanas, GRACIAS Andrés y compañía...
GRACIAS VIDA!!!!