Adiós Bolivia.

Juli (Perú) - 31/Julio/2014 - Unos 5770 Km.

Ya dejé atrás Bolivia. Un país extraordinario!!! Aproximadamente tiene el doble de superficie que España y una población de unos 10 millones, frente a los casi 50 en España. Sus paisajes son variados y hermosos. Gran parte del país está en la cuenca Amazónica y otra parte en el altiplano con lugares mágicos como salares, lagos, etc. De hecho, probablemente los mejores días de mi viaje lo han supuesto la ruta de entrada por el sur hasta Uyuni, pero no sólo el salar, sino toda esa ruta desértica y hermosa.

He pasado aquí cerca de un mes, aunque pedaleando menos, pues parte de mi tiempo lo pasé recuperándome en La Paz de mis problemas estomacales -sin duda, lo peor de mi viaje-.  La impresión que tengo de la gente de Bolivia es muy distinta a la que guardo de chilenos y argentinos. En Bolivia he notado una distancia de los lugareños con los extranjeros. Son personas formales y correctas, pero no he podido compartir con casi ninguno una comida, tomar algo, charlas, pedaleos... Cosa que sí era habitual en Chile y Argentina cuando encontraba gente.

Bolivia tiene una población con un  alto porcentaje de indígenas, lo cual la convierte en un país pintoresco donde puedes observar costumbres arraigadas desde tiempos precolombinos. Es muy admirable que conserven  sus tradiciones, pero existe también una barrera lingüística debido a que muchos hablan una mezcla de castellano y quechua o castellano y aymara, con lo que las conversaciones que trataba de tener no eran todo lo fluidas que me hubiese gustado. Por otro lado me dejó un gusto amargo el encontrarme con una barrera cultural con este pueblo sufrido. Creo que su historia les condiciona mucho. Primero fueron los atropellos cometidos en la conquista castellana y una vez pasada la descolonización han sufrido muchos ataques por parte de sus vecinos con consecuencias muy graves como es la pérdida de grandes extensiones de su territorio que han pasado a manos de sus vecinos, incluso arrebatándoles la salida al océano que Bolivia tenía hasta el final de la Guerra del Pacífico en 1883. Esos hechos forman parte de su cultura indígena, que en este país sigue estando muy presente.

Bolivia es un país que merece mucho la pena visitar como parte de una ruta por Sudamérica, pero conviene tener presente la historia de su pueblo para poder comprenderlos.


Evo Morales, primer presidente indígena -aymara-, con la Whipala, bandera que aúna a los pueblos indígenas de Sudamérica. 

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